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Hoy te quiero hablar sobre Bernardo Hernández, fundador de empresas como Idealista o Tuenti.
Vamos, un artista.
El hecho es que el tío además de tener mucho apego por la tecnología tiene la capacidad de explicarla de un modo muy sencillo.
En un podcast de Spotify con su peculiar y sencillo estilo Bernardo explica la IA de la siguiente manera (la transcripción no es exacta, la he arreglado un poco. Pero poco. Intento mantener la esencia):
“… me fascina este tema siempre porque con esta mentalidad de ingeniero frustrado que yo tengo reconocí enseguida que la IA era el santo grial de la computación, o sea intento ir un poquito hacia atrás.
Los ordenadores son unas máquinas maravillosas.
A diferencia de la máquina de vapor que funciona para una cosa y lo hace muy bien pero hace una sola cosa o el teléfono que es una tecnología que funciona muy bien pero sirve para una sola cosa.
Los ordenadores resulta que son unas máquinas que se llaman de uso múltiple donde en función del programa que le pongas te puede hacer una hoja de cálculo o te puede hacer un procesador de texto o te puede hacer una red social.
Pero es la misma máquina en función del software que le metas.
Esto es algo absolutamente revolucionario en la historia del hombre donde aparece por primera vez una máquina que vale para muchas cosas en función del programa que le pongas.
El problema que tenían estos softwares es que tenían que estar muy bien definidos. La hoja de cálculo tenía que estar muy bien hecha porque si no el programa petaba. Cuando te equivocas en algo el programa peta entonces tenía que estar muy bien definido. Las órdenes tenían que estar muy bien definidas, las instrucciones muy bien definidas.
Entonces cuando los ordenadores empezaron a hacer un montón de cosas dijeron, bueno y cuando las máquinas hagan un montón de cosas podremos recrear nuestras vidas y las máquinas podrán pensar como nosotros.
Entonces uno de los padres de la Inteligencia artificial se dio cuenta muy pronto que esto iba a ser imposible. O sea, no puedes crear un programa que mida la intensidad de la luz la temperatura, recrear texto en una fotografía en cualquier estado y para cualquier fotografía… o sea no podemos hacer un programa donde tenga en cuenta la realidad en toda su complejidad, al 100%, en todo momento, porque va cambiando.
La realidad es absolutamente compleja. Claro, la complejidad de la realidad es increíble.
Entonces, si queremos que las máquinas hagan cosas como nosotros no podemos crear un programa de ordenador, te quedan cosas cuadriculadas y feas.
Se dieron cuenta que la única manera en la que íbamos a podernos aproximar a esa recreación era a través de que las máquinas aprendiesen como aprendíamos nosotros.
Entonces no les vamos a dar instrucciones cerradas sino que vamos a dejar que ellas aprendan como aprendemos nosotros enfrentándose a situaciones.
Esto miles de millones de veces hasta crear ellas sus propios programas para poder tomar decisiones.
Eso es la Inteligencia artificial...”
No te digo que lo mejores, iguálamelo.
Aquí Unai,
