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¡Hola!
¿Sabes que hay un montón de auditores y auditorías por ahí? Está el de cuentas, el medioambiental, el de calidad, el informático, el de ciberseguridad, el contable, el interno, el de sistemas, el forense, el administrativo... ¡y un largo etcétera!
Pero déjame decirte algo, en general, los auditores y sus auditorías dan urticaria. Sí, sacan a la luz nuestras meteduras de pata y eso a nadie le gusta. Así es la cosa.
Nos dan pereza.
Claro, también depende del ángulo que le den, del enfoque desde el que planteen las auditorías y de lo simpáticos que sean los auditores mientras hacen su trabajo.
Y mira, hay un tipo de auditoría del que todavía no te he hablado: la de DATOS.
Sí, la de datos. La auditoría de aquellos activos “intangibles” de los que tanto se habla últimamente.
Aquí viene el auditor de datos, o sea yo mismo, que llego a tus instalaciones y empiezo a husmear en tus datos y sistemas de información.
Me tienes que dejar husmear. Es por tu bien. Y además no soy un pesado. Creo que no doy urticaria. Creo.
Te troceo los sistemas de información como un bogavante horneado y le saco hasta las espinas. Te quedarás sólo con la carne y la salsa. Te lo aseguro.
Serás capaz de ver ante ti un mar de oportunidades que creías imposibles.
Si todavía NO lo ves me parece fenomenal.
Si ya SÍ lo ves te espero.
Espero que no te pongas nervioso al descubrir las áreas problemáticas y los retos que tienes que afrontar en la gestión de tus datos. Voy a desmembrar tus sistemas de información, estás avisado.
¿Y todo esto para qué? Si te todavía te lo preguntas es que no me he explicado bien.
Mira, esta primera evaluación te ayudará a identificar mejoras en tus procesos internos, a establecer controles más fuertes y a capacitar a tu personal en las mejores prácticas para manejar tus datos.
Bueno, te ayudará en esto y mucho más.
Es por tu propio bien, amigo. Hay que detectar tus puntos débiles lo antes posible para solucionarlos.
No basta con darse cuenta de lo importante que son los datos, hay que tomar acción. Hay que revisar. Hay que evaluar para saber dónde estás parado. Hay que auditar.
Después de una buena auditoría ya estarás preparado para empezar una estrategia de datos sólida que lleve a tu empresa a otro nivel.
Tus competidores probablemente ya lo estén haciendo.
Que tengas un gran día.
Unai